El cuervo
El cuervo —en inglés “The Raven”— es debido a su apariencia; un cuento con una estructura de verso —parecido a un poema o idéntico a un poema—. Su narrativa cuenta una historia con una peculiar dificultad de comprensión gracias al uso de sus figuras literarias abundantes alrededor del relato; ve de una manera interesante la percepción espiritual con el uso de no solo el hombre, sino que también a la figura del cuervo y el extraño personaje de “Leonora”. Misma que el lector de manera subjetiva puede especular que se trata de la mujer o ser querido del hombre ya que el cuento no lo dice literalmente y queda a la imaginación. Sin duda, lo interesante de la historia se encuentra en la poca duración que contiene sumado a la oscuridad y el sentimiento lúgubre del libro, ni siquiera tiene la necesidad de mencionar el nombre del señor —aunque popularmente la gente piensa que es Poe, el autor—.
Claro, sin olvidarnos de la estrella o la operación que hace que este mundo funcione; el cuervo, el cual con solamente decir dos palabras por cada estrofa logra brindarles suspenso a las mentes lectoras, acompañada igualmente de los elementos tristes o terroríficos, como lo son el viento, el escenario vagamente expuesto, la ausencia de Leonora y la ideología de fantasmas, espíritus o demonios encarnados en un personaje, el cuervo. Leerlo y finalizarlo deja un breve cosquilleo en el cerebro, similar a una situación cuando no puedes dormir por el misterio, para su época me atrevo a decir que no solo motivó o incendió una chispa en las mentes de nuevos escritores, sino que revolucionó al cuento como manera de contar historias cortas, puesto que a pesar de que contiene una muy notoria ausencia de diálogos, explicaciones y quizás nudos, mantiene una constante intriga que muchas historias largas carecen. Quisiera recalcar que para la construcción de la paz, debería ser importante tomar ejemplos de la vida del mismísimo Edgar Allan Poe, quien aunque no se conozca con exactitud qué fue lo que provocó o inspiró a escribir esta historia, después de todo, él era una persona con muchas cosas que contar…
Probablemente el libro va de la mano con una paz, pero una espiritual o psicológica, según mi deducción al comprobar gracias a las veces que lo he deleitado; te percatas cómo es necesario tener a alguien con quien desahogarte, porque sientes como todas las cosas que rodean en el espacio e intemperie se van en tu contra, por ello la necesidad de hablar para lograr una salud —y paz— en la vida cotidiana, la cual es una antítesis al cuento. De hecho, por eso tiene la estructura de poema, porque carga consigo sentimientos embellecidos con palabras, rimas y retórica. Para una vida llena de felicidad se requiere de una persona a la cual puedas amar, amar sin dudar a pesar de las circunstancias; cuando observas detalladamente vemos que al protagonista le falta su Leonora. Los humanos no estamos hechos para estar solitarios y mucho menos para soportar la muerte, es necesario que no excedamos el límite de tiempo encaminado hacia la soledad.
Conceptualizar y establecer analogías entre las alegorías que se van apareciendo alrededor del escrito, da para mucho análisis psicológico por el exceso de herramientas que carga el cuento, explora todas las palabras y las usa en la máxima expresión, e incluso, hasta cierto punto que llevo analizándola, puedo quedarme con la conclusión de que cada palabra puesta en la obra, las funciones conectoras van más allá de la escritura, sin pormenores e inexactitudes. De ahí el importante reporte, la demanda de amar y ser amado, pues va en conjunto de una vida adornada con satisfacciones emocionales. Tal vez algunos planteen que el protagonista seas tú, porque es la manera en la que te desenvuelves en contra de todas tus pesadillas, el cuento está disfrazado, se refiere a ti luchando por algo que detestas, quizás algo que te atormente o sencillamente que no puedas vivir mientras pienses en este.
La vida cuando tiene obstáculos no se refiere a piedras, se refiere a montañas que tienes que escalar, si algunas personas lo quisieran apreciar de otra manera es válido, solamente que ese “nunca más” que se repite en más de una vez, queda más allá de una pregunta o incógnita, ya que la podemos ver como una versión alterna a nosotros, quitándonos las ganas, ilusiones, aspiraciones y esperanzas con un nunca más. Huir de cosas que nos hacen imposibles la vida va más lejos que un reto cualquiera, un nunca más que debemos superar por más complejo como un algoritmo sin fin de matemáticas, sin embargo, este no decide un número sobre un papel, es sobre las memorias profundas que se arman como una estaca clavada encima de un vampiro, pues te asfixian y te alejan de todo aquello que quieres, quisiste, querrás y quisieras.
Tanto como las adicciones más dañinas y adictivas como las drogas y el tabaco pueden ser alusiones o aludir a aquello. Con una sinceridad del tamaño de la tierra; puedo mencionar que la obra en sí, al contar con pocas páginas que se pueden enumerar con menos de los dedos de las dos manos, contiene una dificultad un poco elevada para personas que no acostumbran el hábito de la lectura —ya sea por pasión o por decisión académica—. Una construcción de la paz puede no solo referirse a entablar una buena o profunda relación con tus vecinos, puede ir muy lejos ese concepto que está en análisis, debido a que para mí, para sentir una alegría sin que dependa de alguien más, puede ser que estés contento contigo mismo, o séase con tu persona, a mí me gusta verlo de una cierta manera, pues cuando conjugas el verbo ser, la primera persona gramatical es “yo”, por lo tanto yo soy. Si esa es la inicial en todas las conjugaciones verbales, por qué no se busca darse importancia a profundidad. Me refiero a darle importancia a su persona, sin importar tus rasgos y físico, decisiones tomadas en el pasado que te remuerda la conciencia y formas de manifestarse en todos los sentidos. Por algo es que desde los tiempos de antaño se ha buscado siempre una libertad, más allá que una que recurra a la expresión.
Invito a que aprendamos a respirar no pensando en un “nunca más” y mejor en “una segunda oportunidad”, no hay que quedarnos pensando en cosas que no podemos cambiar, es mejor cambiar el futuro y el principio con armonía, con ese concepto de paz que hemos cambiado su significado a través del tiempo…
Foto de portada tomada de PxHere