Su estilo literario modelo en el uso del castellano

Su estilo literario modelo

en el uso del castellano

  • Este 17 de abril se conmemorá el 118° aniversario del natalicio del poeta, escritor y diplomático.
  • Uno de los más renombrados intelectuales mexicanos.
 

El escritor y ensayista Jaime Torres Bodet (1902-1974) hizo del rigor modernista en la poesía, la crítica iniciada en las artes, la precisión milimétrica en sus sonetos y sus traducciones ilustradas, una de las más destacadas vocaciones en la historia de las letras mexicanas del siglo XX, convirtiéndose en voz propia del coro de los poetas de su tiempo, además de poseer un estilo literario que es modelo en el uso del castellano.

En ese tenor, la escritora Elena Poniatowska admitió que Torres Bodet es mayormente recordado como funcionario que como poeta, a pesar que cuando se convirtió por segunda ocasión en secretario de Educación Pública en el sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964), ya había escrito El corazón delirante (1922), Cripta (1937), Fronteras (1954), Margarita de niebla (1927) y Fervor (1918), su primer poemario creado a los 16 años.

“Un mundo brillante de pensadores giraba en torno a la Embajada de Francia, atraídos por la figura de su embajador Torres Bodet, quien disertaba con igual maestría de literatura que de educación, de política internacional, que de su amistad con José Vasconcelos del que fue secretario en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuando Vasconcelos fue rector en 1921”, señaló. 

La vida literaria de Torres Bodet acopia más que poesía: publicó novelas, relatos, prólogos y traducciones, así como estudios literarios y ensayos con los cuales también se ganó el respeto de colegas, como el diplomático y escritor Héctor Vasconcelos, quien elogió su estilo ensayístico en obras como Contemporáneos (1928), Misión del escritor (1942) y Mensaje a la juventud (1944).

Por su parte, Ignacio Sánchez Prado, ensayista y crítico literario, concibió al autor de Trébol de cuatro hojas (1958) como “el poeta menor de la mayor generación poética de México”, en referencia al auge literario de sus símiles del grupo de los Contemporáneos: José Gorostiza, Xavier Villaurrutia y Gilberto Owen, entre otros.

En La literatura mexicana del siglo XX, José Luis Martínez señala que, en sus ensayos de crítica literaria, Torres Bodet unía un conocimiento siempre renovado de las letras antiguas y modernas a un espíritu alerta y estilo de transparente riqueza con el que, además de divulgar los nuevos valores literarios, contribuía a la formación de nuevas generaciones.

Talento literario  

El trabajo de Torres Bodet en la función pública lo llevó a encumbrar su talento literario, pero sobre todo poético, en frases, discursos y mensajes que se convirtieron en símbolos de la cultura, la educación y las relaciones entre México y el mundo; desde sus inicios en el Servicio Exterior Mexicano en 1931 hasta 1936, cumpliendo funciones diplomáticas en Madrid, Buenos Aires y París.

Torres Bodet, originario de la Ciudad de México, donde nació el 17 de abril de 1902, estudió en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y en la Facultad de Altos Estudios de la Universidad Nacional, de la que también fue académico, además de profesor y secretario de la Escuela Nacional Preparatoria.

Formó parte de la Academia Mexicana de la Lengua, de El Colegio Nacional, del Instituto de Francia y del Mundo Latino. Colaboró con la Revista de Occidente y obtuvo el Premio Nacional de Letras (1966). Fue nombrado doctor honoris causa por las universidades de Alburquerque, Burdeos, Bruselas, La Habana, Lima, Lyon, Mérida, México, París, Sinaloa y del Sur de California, además de codirector de La Falange y Contemporáneos. En 1971 recibió la Medalla Belisario Dominguez del Senado de la República. Falleció en la Ciudad de México el 13 de mayo de 1974.

Foto: Cortesía.