Sabina

Sabina

 

Hoy, los fanáticos de Joaquín Sabina  están de manteles largos, pues el genio de Úbeda cumple 71 años de edad. Su nombre completo es Joaquín Ramón Martínez Sabina. Nació en Úbeda, Jaén el 12 de febrero de 1949.

Lleva 17 discos de estudio en toda su carrera, 5 en directo y 3 recopilatorios colaborando con varios artistas. Ha vendido más de 10 millones de discos e incluso ha compuesto canciones para otros artistas como Ana Belén, Andrés Calamaro, Miguel Ríos, entre otros.

En 2001 sufrió un leve infarto cerebral que puso su vida en peligro, recuperándose unas pocas semanas más tarde sin sufrir secuelas físicas, pero el incidente influyó en su forma de pensar y se vio inmerso en una importante depresión, lo que le llevó a abandonar los escenarios un tiempo.

En sus inicios  fue uno de los máximos exponentes de la música de protesta en España, esto debido a su ideología de izquierda y por lo que se relacionó con movimientos contrarios al régimen de Franco. En 1968, cuando se proclamó el estado de excepción, su padre, que era comisario en Úbeda, recibió la orden de detenerlo por pertenecer al Partido Comunista.

En 1970 comenzó a colaborar con la revista Poesía 70, compartiendo páginas con Luis Eduardo Aute o Carlos Cano. En ese mismo año lanzó un cóctel mólotov contra una sucursal del Banco de Bilbao en Granada en protesta por el proceso de Burgos, por lo que se vio obligado a exiliarse.

Pero con el paso de los años, "El Flaco", como le llaman sus amigos y seguidores, que son legión, ha ido calmando sus ánimos de protesta, aunque sigue considerándose de izquierda. Ahora, luego de dejar la vida nocturna, de cerrar los bares hasta el amanecer, de vivir y enamorarse a tope, Sabina lleva una vida tranquila, a lado de Jimena Coronado, la periodista peruana a la que no tiene mucho propuso matrimonio. 

Aunque de este lado del charco muchos consideran la música de Joaquín Sabina como trova, lo cierto es que esta siempre ha estado más del lado del rock, incluso ganando premios en este rubro. Tanto intento de clasificarlo ha terminado por crear un nuevo género: "sabinero", que, a diferencia de la trova, que básicamente son canciones de amor y desamor, son canciones llenas de cinismo, muchas muy fuertes, y en la que el amor es despojado de todas esas capas románticas  y melodramáticas propias de las telenovelas (para muestra "Conitgo", que habla de ese amor descarnado, o "Y sin embargo", que es un himno a la infidelidad).

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