A pesar de todo

Poco a poco y a pesar de tanto, a pesar de todo.
Tus palabras me trajeron paz y alegría en este momento tan difícil de mi vida.
Me hicieron sentir como un rey, la persona más importante de toda la existencia, y me lo creí, realmente creí que eran verdaderas, que eran eternas.

Como un bobo y un bufón hice de mi futuro una ilusión, engañé mi mente y mi corazón.

Y esto... Esto duele. Duele el vacío que hay en mi pecho, duele todo lo que dijiste no fuera verdad ni un hecho.

Me has dejado solo aquí sin nada que hablar, sin nada que decir.

Por eso estoy borrando de mi vida tu rastro, tu existencia. Desapareciendo tu esencia, tus huellas.

Todo, todo... Borraré de mi mente tu imagen, tu nombre de mi propio lenguaje. Los presentes que me obsequiaste, los he guardado donde no pueda verlos y recordarte. Toda conversación que tuvimos, que se la lleve el aire. Cada letra, sílaba, palabra, oración y mensaje.

Que se vaya todo que de ti no quede nada.
Excepto la secasión que yo experimentaba cuando contigo charlaba. Y que al morir reencarne con ella mi alma. Y si en otra vida te llego a encontrar... Que Dios me de a mi una oportunidad.

Porque en el fondo, muy en el fondo. En mi pecho en su más lugar más hondo.
Sé que cuando te vea otra vez, no hará falta nada.
Saltará en mi los recuerdos que en otra vida yo te amaba.