Leopoldo Estrada

Su infancia e influencias

Nació el 31 de octubre de 1907 en Chilpancingo; murió el 27 de septiembre de 1996 en México, D. F.

El maestro Leopoldo Estrada, representa por el momento al Guerrerense que mayor fama y difusión ha logrado para su obra artística pictórica en el país, pero principalmente en el extranjero donde se concentra el mayor porcentaje de sus cuadros una buena cantidad de ellos están en posesión de museos y coleccionistas mexicanos, hecho que nos permite dar un punto de vista sobre el trabajo de tan distinguido artista.

 

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Leopoldo Estrada en 1929.

 

Durante el movimiento revolucionario el pequeño comercio que su padre tenía en Chilpancingo fue saqueado por las fuerzas zapatistas al ser tomada la capital Guerrerense, por lo que les fue preciso buscar refugio y apoyo en Acapulco en donde tenían numerosos familiares maternos. Como fue necesario seguir trabajando el maestro Leopoldo y su hermano Abel quedaron al cuidado de su madre. Allí el profesor Isidro Torres Alfaro, distinguido por su personalidad afable dejó un hondo recuerdo en Leopoldo ya que fue quien lo inició en la enseñanza de la pintura artística al observar la gran facilidad que desde segundo año de primaria mostraba en el dibujo.

 

Al mejorar las cosas, la familia regresa a Chilpancingo donde concluye su educación primaria y pasa a la Escuela Normal del Estado, iniciando estudios en el magisterio, los que no lo llenaban sus aspiraciones y por los que mostró poco interés ya que su vocación artística especialmente la pintura se sobreponía a cualquier otra actividad, así también comenzó a contar con el apoyo de artistas locales quienes se convirtieron en sus maestros.

Vocación y Formación

Desgraciadamente la vocación artística del maestro Estrada no agradaba a sus padres quienes constantemente lo animaban porque se inclinara hacia la medicina donde encontró algún gusto a las prácticas de curación y atención médica durante un tiempo.

Durante una entrevista televisada dentro de la serie: “Retratos: Memoria, Testimonios y Herencia de Guerrero”, el maestro Leopoldo comentó: “Antes de tener memoria y saber leer, empecé a dibujar y esto lo he realizado siempre con amor, con entrega, sintiéndome radiante al hacerlo. Al irme a estudiar a México la carrera de Maestro en Artes plásticas me sentí feliz al confirmar que estaba en el camino de mi verdadera vocación”.

“Al ingresar a la academia de San Carlos de la UNAM, observé que los alumnos se dedicaban a pintar exactamente igual que los maestros, es decir no había aportación personal en sus obras para evitar caer en la situación de mis compañeros decidí cambiar de maestro en cada uno de los 6 años que duraba la carrera a fin de aprender de todos pero sin imitar a ninguno, aproveché lo mejor de cada uno prestándoles la mayor atención , dedicación y respeto, solicitándoles frecuentemente sus consejos pero sin copiarlos. Considero que la verdadera felicidad está en trabajar y actuar en lo que uno quiere verdaderamente”

 

Leopoldo Estrada 1981
Leopoldo Estrada (1981) Óleo sobre tela.

 

A pesar de que algunos críticos ubican su obra como “Naif” (término que no agradaba al maestro), en un intento por vincularla al tropicalismo del francés Henri Russeau, en realidad está inmersa en una de las múltiples variables del surrealismo llamada “realismo mágico” y en lo ecológico por representar y constituir en su mayoría: selvas, flores, plantas, animales, sobre todo silvestres y personas, en su estado más natural.

“En el arte no debe de haber “recetas”, sino mucha creatividad, sensibilidad, emoción y muchas ganas de hacerlo. Me siento especialmente orgulloso de ser quien soy y de no parecerme a nadie. Ser buen pintor implica tener conocimientos, no ser un improvisado, por eso me molesta el término “Naif”, tener habilidad y también nacer o tener vocación por la pintura, acompañar el estudio y práctica se requiere ser de tiempo completo, pero solo hacerlo cuando se tienen verdaderas ganas de hacerlo”.

 

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Leopoldo Estrada (1989) Óleo sobre tela

Exposiciones y obra del maestro

Para fortuna del maestro, tenía en la escuela donde impartía clases un alumno que lo estimaba mucho y que era empleado de Celestino Gorostiza director de Bellas Artes en ese entonces, gracias a él don Celestino aceptó que una comisión analizara la calidad de sus trabajos, después de una espera de 15 días fue autorizada su primera exposición en el salón verde de Bellas Artes y posterior a ello en una librería de Bellas Artes entre otras galerías pero como no era muy sus cuadros no se vendían y tuvo que sobrevivir continuando con sus clases de Artes Plásticas en las secundarias por muchos años.

“Una de mis exposiciones más memorables fue la celebrada en el Primer Salón Libre del 20 de Noviembre, con invitación de Diego de Rivera y Frida Kahlo en 1943. Como no tenía dinero para los marcos, se los llevé con timidez a Diego preguntándole si podrían ser exhibidos sin sus marcos. Con el humorismo que lo caracterizaba, me aclaró que era una exposición de cuadros no de marcos, le agradaron tanto mis pinturas que hasta llamó a Frida para que las mirara”.

 

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Leopoldo Estrada (1971) Óleo sobre tela,

 

En 1951 presentó otra exposición en México inaugurada por Alejandro Gómez Maganda, en 1952 recibió la medalla de oro por su cuadro “Pueblerina”, en 1957 pintó un retrato de Leticia Palma. Participó en todas las exposiciones de la Feria de la Flor que el periódico Excélsior organizaba en Chapultepec.

Pintó a muchas actrices, entre ellas a: Dolores del Río, Irma Serrano, Columba Domínguez, Silvia Dervéz y Cristian Martell.

 

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"La tigresa" Irma Serrano, obra de Leopoldo Estrada.

 

“Entre mis buenos Clientes figuran Cantinflas y el Lic. Miguel Alemán Velazco, tengo constancias de los muchos cuadros que he vendido en México y en el extranjero aunque no he llevado el control de todos los cuadros que he pintado”.

 

Fue maestro de arte por más de veinte años, realizó más de 125 exposiciones, 25 de las cuales fueron individuales; obtuvo 12 diplomas y dos medallas de oro, una de ellas otorgada en París en la orden de la América Latina  como “Caballero Emérito”, en esa misma ciudad ejecutó 9 murales en el hotel Laux y otro en la casa de Moysés Saharías, en la Ciudad de México, donó 4 obras para el Museo de Arte Contemporáneo de la UAGro. Pintó al óleo, acuarela, acrílico, pastel y crayón.

Conservan obras de él las universidades de México y la Autónoma de Guerrero, y el Museo de Arte Contemporáneo de Morelia, Michoacán.

 

 

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