La que hubiera amado tanto": Reflexión y comedia en la puesta en escena de Alejandro Licona en Acapulco

Presentan en Acapulco la divertida  puesta en escena  en escena "La que hubiera amado tanto" de Alejandro Licona

Con dos exitosas funciones el pasado fin de semana, la Compañía Olimpo Teatral presentó en el puerto de Acapulco la hilarante obra La que hubiera amado tanto, escrita por el aclamado dramaturgo mexicano Alejandro Licona.

Esta comedia fársica narra la peculiar historia de Odilón, un hombre solitario en busca de compañía femenina. Su amigo de la infancia, Lotario, le presenta un invento revolucionario: mujeres enlatadas y desechables. Con solo abrir una lata, cualquier hombre heterosexual puede encontrar a su pareja ideal: mujeres hechas a la medida de sus fantasías, no solo en términos físicos, sino también con actitudes sumisas y dóciles. Estas "compañeras" pueden ser descartadas fácilmente si no cumplen con las expectativas, utilizando el mecanismo de clavar una aguja de tejer en su corazón para que desaparezcan por completo.

Sin embargo, el alto costo de estas mujeres enlatadas impide a Odilón adquirir una de manera formal. Lotario le consigue clandestinamente una lata defectuosa a bajo precio. De esta emerge Andrea, una mujer que no corresponde a las expectativas de Odilón. Lo que comienza como una solución a la soledad se transforma en una relación que toma giros inesperados, planteando preguntas sobre el amor y la felicidad.

El público que asistió a la sala Luis Zapata del Centro Cultural Domingo Soler aplaudió el destacado desempeño del elenco. Carlos Casanni interpretó a Odilón; Jorge Guival dio vida a Lotario, además de encarnar a la Mamá y al Amigo; Carlos Asand asumió los papeles del Vendedor, Adalberto y el Mesero; y Marian Navlag brilló como Andrea, un personaje que encarna la esencia de la obra: ¿la felicidad en el amor depende del aspecto físico o de los sentimientos? Tal como reflexiona Odilón: “Es chingón sentirse amado, aunque sea de mentiritas”.

La obra aborda, además, temas profundos como los prejuicios sociales sobre la apariencia, la cosificación y domesticación de la mujer, la soledad, el machismo y la violencia de género, ofreciendo una experiencia teatral tanto divertida como reflexiva.