La chilena guerrerense pone a bailar a Guanajuato

La fiesta continúa en la 47 edición del Festival Internacional Cervantino, en su segundo día de actividades el grupo originario de la Costa Chica Juan Morales y su Fandango Costeño, al son de la chilena guerrerense hizo bailar al público guanajuatense y extranjero.

La Plaza Guerrerense nuevamente fue abarrotada, está ocasión los culpables fueron Juan Morales y su Fandango Costeño, quienes reafirmaron con sus sones y chilenas la presencia de Guerrero en el Festival Internacional Cervantino, donde chicos y grandes no pararon de bailar al ritmo de la muy famosa Iguana, el Poquilín y mi Costa Chica, la Malagueña Curreña canciones que llevaron a la fama al músico y compositor, siendo estas un legado de la música regional de dicha entidad.

Juan Morales López es un reconocido trompetista y saxofonista de la región de la Costa Chica, quien en el año de 1972 formó su primera orquesta musical denominada, Los Multisonicos, y así se convirtió en pieza clave en la música popular guerrerense, es considerado uno de los mejores saxofonistas de la Costa Chica denominado como “El Rey de la Chilena de Guerrero y Oaxaca”.

Ha sido acreedor de innumerables conocimientos en diversos estados de la República mexicana, uno de ellos fue el nombramiento como Tesoro Humano Vivo por su parte del

Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) por su aporte a la identidad nacional, actualmente mantiene su legado artístico de la mano de sus hijos y nietos encargados de llevar la cultura y tradición con el icónico estilo de la chilena guerrerense.

El grupo está integrado por el maestro Juan Morales López: creador y director musical; saxofón alto, tenor y soprano.
Nahum Morales Reyes: saxofón alto y batería.
Juan Morales Aguilar: saxofón alto primero.
Maximino Morales Ortiz: saxofón alto segundo.
Lenin Jonathan Morales Ortiz: trompeta.
Tania Ruth Morales Aguilar: batería y voz.
Jesús Pacheco Memije: teclado y voz.
Elías Hernández González: bajo.


  minerva@adncultura.org                                                 Fotos: Minerva Morales Anzástiga