Gusanos de la Memoria
da a conocer a los ganadores del Primer Premio de Creación Literaria en Lenguas Originarias
- Una mujer diidxazá de Oaxaca y un hombre tutunakú de Puebla son los ganadores.
Gusanos de la memoria es un proyecto colectivo que invita a creadores a caminar juntos con la “palabra que cuenta”, en la región de la Montaña de Guerrero; a través de talleres de lengua y creación literaria; pensamiento propio y círculos de lectura. Desde este proyecto alternativo, independiente y autogestivo se emitió una convocatoria el 23 de abril pasado, para participar en el Primer Premio de Creación en Lenguas Originarias, Gusanos de la memoria 2020. “En tiempos de la pandemia”, dirigida a jóvenes mexicanos que hablen una lengua originaria, en las categorías de Cuento y Poesía.
La recepción de 26 textos divididos en los dos géneros: doce para cuento y catorce para poesía, manifiesta el gran interés de los jóvenes por su identidad étnica y cultural, así como la vitalidad de las lenguas originarias en que se expresan: chinanteco, ch’ol, diidxazá/zapoteco, maya peninsular, mè’phàà /tlapaneco, mixe, náhuatl, otomí, tutunakú/totonaco y tu’un savi/mixteco con sus respectivas versiones al español. Lenguas y sus variantes lingüísticas que se hablan en diferentes comunidades indígenas de los municipios de Campeche, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Yucatán. Sobresale la participación de 16 mujeres y 8 hombres; dos de ellos concursaron tanto en cuento como en poesía. La edad más tierna fue la participación de una niña totonaca con apenas once años.
La creación literaria es una herramienta que nos permite pensarnos, repensar el territorio en el que nos encontramos; y las breves narrativas que se presentaron, trazan el espacio vital de la cotidianidad los pueblos mayas, mè’phàà, ñuu savi, tutunakú conocedores de su entorno, de sus cultivos, de la naturaleza que los rodea; recrean la tradición oral, los mitos y leyendas para escribir historias de vida ficcionalizadas donde lo sobrenatural, la dualidad, hombre-animal emerge victoriosa. Tal como lo consigue Pulkincio chu Kiwikgolo’, escrito en tutunakú y español; la pulcritud, fluidez y sobriedad del relato, así como la acertada decisión de dejar el título sólo tutunakú, lo hace merecedor de Primer lugar en la categoría de cuento.
La identidad colectiva indígena, nos referimos al pensamiento y al sentir de los hombres y mujeres que integran los diferentes pueblos originarios, es una permanente construcción de carácter político y social, que se ve reflejada en la escritura de estas nuevas generaciones. De ahí, el posicionamiento crítico donde las mujeres alzan la voz para denunciar la violencia de género y los feminicidios al interior de sus comunidades. Pero también elevan su canto para referirse a la valentía de sus pueblos, a la esperanza; la lengua es un canto en sí mismo que devuelve la presencia del origen, del abuelo o la abuela que trenzó la historia primigenia. Hablan de la melancolía al dejar sus comunidades y trasladarse a la ciudad. Al dejar los amores.
“Bicache’ laa’be”/“Lo enterré” escrito en lengua diidxazá/zapoteco y español; poema que recrea la ausencia luminosa –acaso del amor, y va dejando pistas de lo que no es más. La geografía simbólica: el árbol, la casa, el cerro, la playa Vicente; al fin un territorio propio, el cuerpo. Este poema enuncia, dice sin decir, crea y (re)crea imágenes poderosas sobre las que se sustenta la estructura del poema. Y le dan ritmo. “Lo enterré” es acreedor al Primer lugar en categoría de Poesía.
Los nombres de los acreedores al Primer Premio de Creación en Lenguas Originarias Gusanos de la memoria 2020, “En tiempos de la pandemia”; en las categorías de:
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Cuento: Gaudencio Lucas Juárez, 17 años, totonaco de Tuxtla, Zapotitlán de Méndez, Puebla.
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Poesía: Sótera Soledad Cruz Rodríguez, 15 años, binnizá/zapoteca de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
El jurado estuvo integrado por Balam Rodrigo, escritor chiapaneco y Susana Bautista Cruz, escritora de origen mazahua.
Semblanzas de los ganadores
Sótera Soledad Cruz Rodríguez, a su corta edad tiene algo muy concreto en mente: ser una destacada actriz y poeta. A los 8 años se encontró con poetas de su tierra natal. Eso la condujo a leer poesía, y más tardé se desencadenó su amor por las letras. En el medio de la actuación ha dado sus primeros pasos con dos largometrajes, el primero fue a los once años como coprotagonista del filme “Guié Xhuba”, película bilingüe que se filmó en Juchitán. A los 12 años audicionó para el papel protagónico de la película “El ombligo de Guié’dani” del director Xavi Sala. A partir de su última película, su trabajo ha sido reconocido con distintos premios, tal cómo la mención especial en la categoría Mejor Actriz en el festival Internacional de Cine de Morelia. Y la reciente nominación, también a mejor actriz, al premio Diosas de Plata 2020, que otorgan los Periodistas Cinematográficos de México (Pecime).
Gaudencio Lucas Juárez, 2003. Es originario de Tuxtla, Zapotitlán de Méndez, Puebla. Le gusta escribir poesía y cuento en tutunakú. Es estudiante de cuarto semestre del Bachillerato General Oficial “Manuel Ávila Camacho”. Bajista en la Rondalla Tutunakú de la misma institución.
Semblanza de los jurados
Balam Rodrigo, nació en Villa de Comaltitlán, Chiapas, el 11 de octubre de 1974. Licenciado en Biología por la Facultad de Ciencias de la UNAM. Estudió la maestría en Ciencias Biológicas y un diplomado en Teología Pastoral. Se ha desempeñado como docente en instituciones del sector salud en materia bioética, religiones y tradiciones de la muerte en México. Ha coordinado talleres de lectura y creación de poesía en varias entidades del país. Colaborador de diversas publicaciones con artículos de divulgación científica, crónica, cuento, ensayo y poesía.
Ha publicado una veintena de libros. Ha sido becario del FONCA, es Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Su obra ha sido reconocida con múltiples premios, cómo; el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2011 por Cuatro murmullos y un relincho en los llanos del silencio; Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2011 por Desmemoria del rey sonámbulo; así como el 50° Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes por el Libro "Centroamericano de los muertos".
Susana Bautista Cruz, es originaria de la comunidad mazahua de Rioyos Buenavista, del municipio de San Felipe del Progreso, estado de México, aunque nació en la Ciudad de México en 1971. Estudió Derecho y Letras Modernas en la UNAM, además cuenta con una especialidad en Derechos Humanos y una Maestría en Derecho por la misma universidad. Fue becaria del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde colaboró durante una década en las Jornadas Lascasianas Internacionales, dedicadas al estudio y la defensa de los pueblos indígenas y afroamericanos. Sus estudios e intereses se diversifican en el Derecho indígena, los estudios feministas y de género, así como en la promoción de la Literatura indígena contemporánea.
Es escritora, docente, investigadora y promotora de la poesía en lenguas indígenas. Como docente se ha desempeñado en la UNAM en la asignatura México: Nación Multicultural del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural e Interculturalidad (PUIC-UNAM), donde imparte la clase “Mujeres indígenas”. Es titular del curso: “Los labios de la tierra. Mujeres poetas en lenguas indígenas” en Skribalia, Escuela Global de Escritores en Línea. Además, ha impartido el Taller “Relaciones de género en el aula universitaria”, para docentes de la Facultad de Ingeniería, UNAM. Fue coordinadora académica del Diplomado Literaturas Mexicanas en Lenguas Indígenas del INBAL. Ha colaborado con publicaciones en libros, revistas y publicaciones electrónicas; así mismo ha publicado cuento y poesía en diversas antologías literarias; artículos y ensayos jurídicos. Su poemario Rõma tuvo buena recepción en el mundo cultural.