Chicuarotes

Chicuarotes

  • Es el segundo trabajo como director de Gael García Bernal.

Los chicuarotes son una clase de chiles sembrados en chinampas, originarios del pueblo de San Gregorio Atlapulco; la palabra también significa terco o necio, y últimamente se utiliza para referirse al segundo trabajo como director de Gael García Bernal.

La película sigue la historia de Cagalera y Moloteco, amigos que comparten desamparo, violencia y las ganas enormes de abandonar su poblado: San Gregorio Atlapulco. Ellos trabajan realizando una rutina de payasos en los camiones, los cuales a veces asaltan, pero solo cuando las ganancias no pintan demasiado bien. Un día, se presenta ante ellos la oportunidad de “algo mejor”, cuando hablando con un amigo, éste les comenta que les puede conseguir una plaza en un centro de trabajo a cambio de unos miles de pesos, asegurándoles que no es necesario hacer o saber algo respecto al trabajo, que solo basta con comprar el puesto para tener una vida asegurada. La idea, tomada a la ligera en un principio se instala en la cabeza de Cagalera conforme su vida se va complicando a causa de tomar sin permiso la pistola de su padre, sin importar hasta dónde tenga que llegar o a quién tenga que afectar, Cagalera acompañado siempre por Moloteco llega hasta las últimas consecuencias con tal de no soltar su anhelo de algo mejor.

El discurso que brinda Gael García, de la mano del guionista Augusto Mendoza puede no ser nuevo, ya que los temas abordados son recurrentes en varias películas mexicanas, pero se debe aplaudir la forma en que presenta estos problemas, enfocando la situación hacía los más jóvenes; todo sin caer en la victimización de sus protagonistas, aquí no hay malos ni buenos, solo gente tratando de sobrevivir en un entorno salvaje y deshumanizado.

Chicuarotes de García Bernal.
Chicuarotes de García Bernal.

Sin temor a la crudeza, el largometraje señala muchas de las problemáticas que atravesamos como sociedad, cuyos estragos afectan a gente cada vez más joven; pero (afortunadamente) no se limita a señalar, toma al espectador y lo pone de frente con las situaciones de tal forma que lo obliga a cuestionar ¿hasta dónde es culpable el criminal de sus actos cuando es su entorno quien parece obligarlo a actuar a punta de injusticia y marginación?

De los personajes, ninguno parece ser sometido a algún tipo de crecimiento, en realidad todos parecen ir en declive, lo cual no representa una falla, sino que define la personalidad y lleva al clímax de la historia de una forma natural y creíble.

El talento joven a cargo de Benny Emmanuel como “Cagalera”, Gabriel Carbajal como “Moloteco” y Leidi Gutiérrez como “Sujeili” puede tomarse como una representación del daño, la inocencia y la esperanza, respectivamente; a su vez, la parte consagrada del elenco, “los adultos”, interpretados de manera excepcional por Daniel Giménez Cacho como “Chillamil”, Dolores Heredia como “Tonchi” y Enoc Leaño como “Baturro” son el resultado de la resignación y la propagación de la violencia.

Sin duda, Chicuarotes es una película que impacta, pero que sabe equilibrar los momentos rompiendo la tensión con elementos que pueden pasar como comedia; invita a la reflexión y convoca a escuchar las voces de los que parecen ser siempre culpables. Al final de la cinta, uno termina en medio del camino, decidiendo si regresar a la espiral en bajada o avanzar en búsqueda de algo mejor.

Su estreno será el 27 de Junio, para que no te quedes sin verla puedes consultar la cartelera de Cinépolis aquí.