Diario de una cuarentena

Diario de una cuarentena

  • Reflexión y breve análisis de las conductas humanas guerrerenses, en palabras del maestro Serafín Aponte Nájera.

Creo que Guerrero es el Estado más sureño de las entidades del sur del país. No lo digo por su localización geografía (más que evidente) o por una cuestión identitarista que reluzca en una gran coreografía del Son de la Iguana sobre una tarima elaborada de cemitas en forma de Sombrero Calentano. No, nada de eso, ni por su heroica trayectoria.
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Lo expreso porque pareciera ser la zona abismal donde las contradicciones siempre están en su mayor tensión social, ya sea en una revuelta o en las actitudes más cotidianas de la vida de un guerrerense. Pareciera que aún persisten en Guerrero los hacendados y capataces a caballo (ahora en lujosas camionetas) gestionando la vida y la muerte en las colonias y en el campo. Como el sur esclavista en Estados Unidos del siglo XIX claro, con sus grandes diferencias étnicas y culturales, pero con muchas similitudes en su proceder. Me extraña que tuviéramos tan pocos escritores con la mordacidad de un Tennessee Williams o un Truman Capote en Guerrero que retrataran y cuestionaran esta realidad.
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Esto lo apunto porque hoy me topé con una encuesta en el contexto de la falta de ventiladores por la pandemia del COVID-19 , la cual trataba de distinguir la prioridad que tenían "renombrados adultos mayores de Guerrero" -curiosamente la mayoría fallecidos hace más de dos décadas - con respecto a "jóvenes delincuentes" como un conductor de combi, un preso y un estudiante de Ayotzinapa. Creo que ejercicios como ese develan que una parte de nuestra sociedad sigue deslumbrada por "los querosenos del Guerrero del ayer", el Guerrero que se les fue. Que no comprende que la bioética neoliberal es una medida fascista a nivel global para la exclusión del derecho a la vida. Pero en cambio dan gala de su fascismo local donde expresan su horror ante una realidad que les desborda: las colonias populares y desorganizadas en las cabeceras municipales que ellos mismos fraccionaron, los movimientos sociales que exigen justicia, los jóvenes que no tienen más oportunidades que el de ser transportistas o gestionados por el crimen organizado, todos ellos supervivientes de un Estado Fallido y un entidad que sueña con eliminarlos de sus bucólicos paisajes del ayer..
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P.D.
Guerrero tiene más capas de contradicciones que una tutsi-pop.

Por José Luis Correa Catalán.

Foto de portada Miguel Benítez Ramírez.