Antonio Rivas Mercado, artífice del Ángel de la Independencia

ANTONIO RIVAS MERCADO, ARTÍFICE DEL ANGEL DE LA INDEPENDENCIA

 

El 3 de enero, se cumplierón 93 años del deceso del arquitecto, quien fue director de la Academia de San Carlos

Emblema de la capital del país y de México ante el mundo, el Ángel de la Independencia es el monumento ícono rediseñado por el arquitecto Antonio Rivas Mercado, quien falleció el 3 de enero de 1927.

 

Antonio Rivas Mercado

Originario de Tepic, Nayarit, realizó estudios en México, Inglaterra y Francia, además de ser considerado un representante de la arquitectura mexicana de finales del siglo XIX y principios del XX, fue uno de los responsables del emblema nacional cimentado en 1909 en Paseo de la Reforma para celebrar el centenario de la Independencia.

Tras una visita a España, el arquitecto nayarita fue influenciado por el arte mozárabe, el cual adoptó para sus diseños arquitectónicos; de vuelta a México, a partir de 1879, se dedicó a la docencia en las áreas de ingeniería y arquitectura.

Su vinculación con el arte se dio entre 1903 y 1912, tiempo en que fue director de la Academia de San Carlos, incluso consiguió una beca a Diego Rivera para estudiar pintura en Europa.

Además del diseño de la Columna de la Independencia, Rivas Mercado es el creador de casas de la calle Londres núm. 6, que actualmente alberga un museo, así como construcciones de la calle Héroes núm. 45, en la colonia Guerrero, y la ubicada en avenida Juárez núm. 18, en el Centro Histórico.

Rivas Mercado se hizo cargo de la restauración de la fachada del Antiguo Ayuntamiento capitalino, el edificio de la Aduana de Ferrocarriles en Tlatelolco, de la entonces presidencia municipal de Tlalpan, el Panteón Francés de la Piedad y la decoración de algunos salones del Palacio Nacional.

 

Columna y mausoleo

Probablemente su trayectoria influyó en la decisión de Porfirio Díaz para que lo eligiera en el proyecto de construcción de la Columna de la Independencia, cuyo diseño original fue de los arquitectos estadounidenses Cluss y Shultz.

La ingeniería estuvo a cargo de Guillermo Beltrán y Puga, Gonzalo Garita, Luis Zavaterelli y Manuel Gorozpe, mientras que las esculturas que la adornan fueron obra de Enrique Alciati. Para simbolizar el espíritu de la Independencia se escogió la figura de una victoria alada, la cual es comparada con un ángel.

La construcción del monumento se inició en enero de 1902, pero cuatro años después la Columna se desplomó, por lo que tuvo que iniciarse una nueva cimentación que se terminó en 1909, previo a los festejos del primer centenario del México independiente el 16 de septiembre de 1910, fecha de su inauguración.

El monumento también habría de servir como mausoleo, ya que en 1952, por instrucciones del presidente Plutarco Elías Calles, las urnas de los “beneméritos de la patria”, que hasta entonces se habían resguardado en la Catedral Metropolitana fueron trasladadas a la Columna.

Algunos de los restos que se depositaron en su antecámara se atribuyen a Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, Vicente Guerrero, Mariano Matamoros, Leonardo y Miguel Bravo, y Hermenegildo Galeana.

La obra de Rivas Mercado contempla también el diseñó de otras construcciones, como el Teatro Juárez de Guanajuato; sin embargo, su nombre quedó ligado al famoso monumento que se encuentra en avenida Paseo de la Reforma.

El doctor Gabriel Mérigo, especialista en la obra de Rivas Mercado, señala que era un hombre culto, que hablaba varios idiomas y tuvo una actividad intelectual intensa; pertenece, dijo, a una época en la que termina el nacionalismo, expresado mediante el neoclasicismo, y empieza el romanticismo.