Álbumes clásicos: Wish You Were Here.

Wish You Were Here

 

Después de que Pink Floyd reventara el mundo con el histórico Dark Side Of the Moon en 1973, el cual a la postre se convertiría en el álbum más vendido de todos los tiempos y el de mayor tiempo en el número uno del mismo top, la empresa discográfica EMI exigiría a Roger y compañía un nuevo álbum que tendría que igualar el éxito comercial de su antecesor, una especie de segunda parte del Dark Side. Aquel noveno álbum de estudio sería el más personal y emocional que la banda compondría.

Hacia finales de 1974 y luego de una gira por prácticamente todo el mundo, consecuencia del Dark Side Of The Moon, publicado en 1973, era para EMI Music una necesidad comercial el obtener de Pink Floyd una producción que igualara a su predecesor. Desde que Syd Barrett fue expulsado de la banda por sus problemas con las drogas (especialmente con el LSD) Roger, Gilmour, Richard y Mason tuvieron la difícil tarea de encaminar nuevamente a Pink Floyd a un lugar en el que se sintieran a gusto con su música.

Con Atom Heart Mother se podía apreciar claramente la falta de una idea central de hacia dónde conducir el sonido de la banda británica, aun con los tintes de Rock Psicodélico que con gran maestría ejecutaba Syd el cuarteto empezaba a exhibir lo que a la postre sería conocido como Rock Progresivo. Con la aparición de Meddle aquella banda comenzaba a tener aquel sonido característico que los llevaría a la inmortalidad, siendo Echoes la ópera prima de dicho álbum, Pink Floyd exponía ya un conjunto más maduro que los llevaría en 1973 a componer uno de los discos más influyentes de la historia de la música contemporanea.

El Dark Side Of The Moon se convirtió  en el sello de calidad del cuarteto, tocando por primera vez temas más profundos, Roger Waters terminaría escribiendo letras sumamente profundas como "Us and Them" o "Time", abordando la complejidad de la sociedad y del mismo ser humano y, tomando como punto de partida la locura, el Dark Side es una producción que al día de hoy mantiene un mensaje vigente.

Cuando Pink Floyd grababa en los míticos estudios de Abbey Road en 1975 su novena producción, aquel trabajo se tornaría en una especie de protesta hacia el nuevo mar en el cual estaban inmersos, además de ser el álbum más personal de la banda, en el cual al igual que en su antecesor, cada miembro de realizó aportaciones importantes para el sonido final de aquella producción.

Wish You Were Here es un álbum que mezcla potentes sintetizadores con guitarras acústicas y la crudeza de las voces de Roger y David. Abriendo la producción con uno de los más bellos intros de  sintes y guitarra de toda la historia, Shine On You Crazy Diamond, como todo el álbum, es una pieza que hace una clara referencia a Syd Barrett, cuya repentina visita durante la grabación del álbum tendría un gran impacto en los cuatro miembros de la banda, al ver a un hombre totalmente diferente al Syd que conocían; calvo, sin cejas y con sobre peso, Barrett estaba completamente ido debido a su adicción a las drogas. Siendo dividida en dos partes, una al principio del álbum y la segunda cerrándolo, Shine On mezcla de manera sobresaliente aquel sonido psicodélico de los principios de la banda con esa madurez musical obtenida en su pasada producción y que se acentuaba más con dicha pieza.

 

Syd
Syd Barrett en Abbey Road Studios durante la grabación de Wish You Were Here

 

Una de las dos canciones acústicas presentes en el álbum hace su aparición después de las primeras partes de Shine on; Welcome To The Machine es una pieza que se centra en una crítica a la sociedad, en la que el término Machine (máquina) es una apología de ésta y nos habla sobre cómo un individuo pierde su singularidad y se integra de alguna forma a un mundo inexistente. La pista mezcla únicamente dos guitarras acústicas y sintetizadores rematando con la desgarrada voz de David Gilmour.

En cierta ocasión, según cuenta Roger Waters en una entrevista, cuando los cuatro se encontraban en una reunión con uno de los dueños de alguna discográfica éste les pregunto "Witch one is Pink? (¿Quién de ustedes es Pink?)" Haciendo referencia al nombre de la banda, hecho que causaría gracia a los miembros y dejarían retratado en una de sus líneas en Have a Cigar, un tema escrito por Roger en el que aborda el hecho de cómo eran tratados después de haber conseguido el éxito comercial por parte de los empresarios discográficos.

Luego viene la canción más emocional del disco, y también una que se convertiría en una de las más populares de la agrupación y la que de igual forma le da nombre al álbum; Wish You Were Here. Comenzando con un intro súmamente melancólico y un solo de guitarra acústica, es una balada que aborda el abandono y el enajenamiento de un individuo respecto al mundo que lo rodea. Una balada poderosa que es acentuada con un piano y cuerdas de fondo, ambos apenas perceptibles que retrata plenamente el sentimiento de aquellos cuatro músicos respecto a Syd. El álbum termina con las últimas partes de Shine On Yoy Crazy Diamond y con Richard Wright haciendo un trabajo espectacular con los sintetizadores.

Aunque el disco no igualara el éxito comercial de su antecesor, Wish You Were Here es un trabajo que expone y evidencia la enorme calidad y talento de aquellos cuatro músicos, sentando las bases para que Pink Floyd se convirtiera en la mítica agrupación que hoy es y tuviera el lugar que ahora ocupa como uno de los grandes cánones de la música contemporanea. Para muchos puede considerarse como el mejor trabajo de la banda, para otros, un álbum que los terminaría de encaminar al sonido maduro y más crudo que presentarían con su siguiente álbum Animals.

De la forma que sea, el Wish You Were Here es un álbum que desde aquel ya lejano septiembre de 1975, después de 44 años, sigue siendo un trabajo vigente y muy probablemente perdurará durante mucho tiempo más en el acervo del buen melómano.

 

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