2° día del XV Encuentro Teatral “Juan Álvarez”

El segundo día de actividades del encuentro teatral comenzó, y no se distinguía si en el ambiente era mayor el calor o la camaradería, el murmullo no cesaba hasta que llegó la tercera llamada.

La luz se enfocó en una sola mujer y comenzó la obra llamada Aquel que siempre amé y nunca pude tener; un monologo divertido, envolvente e impecablemente ejecutado, desde Tenjo, Colombia el grupo de teatro Arte vivo, ofreció a los presentes la oportunidad de conocer los detalles de la llegada de Alfredo y de paso, todas sus virtudes y detalles sobre su maravillosa persona; según la versión que cuenta la protagonista; una reina enérgica que a veces atraviesa unos momentos de histeria cuando su sirvienta no cumple sus expectativas, pero que en definitiva está loca de amor y de ansiedad por Alfredo. Ella realiza planes, prepara su mejor atuendo, imagina los mejores escenarios, presume la conexión que existe entre ellos y se desmorona al final de la obra, su risa se apaga y la realidad la golpea cuando recuerda a aquel que siempre amó y que nunca pudo tener.

La segunda obra de la noche, provocó reacción inmediata, sujetos caracterizados como payasos, pero enfundados en ropa blanca tomaron el Bar del Puerto. Con la cara decorada con pintura neón, el grupo de teatro Espejo Ilusión, procedente de Tlaxcala, regaló su versión de los hechos de la trágica historia de “Romeo y Julieta”. A pesar de todos conocer la historia, los presentes se entregaron a la divertida y dinámica obra que supo integrar la comedia a un drama clásico, otorgándole frescura y vitalidad, mostrando qué, siendo bien ejecutados los clásicos nunca mueren. Destaca sin duda la química entre el elenco, así como su capacidad para aprovechar e interactuar con los elementos que se encuentran a la vista, muchas veces; el público.

Después de las 11 de la noche, las luces rojas se encendieron, la cerveza abundaba, hacía mucho calor y La Marilin llegó para cerrar la noche, obra llegada desde Jujuy, Argentina, del grupo ADN, la obra consistió en un monologo de un joven que sale de su pequeño poblado llamado Jujuy para llegar a Buenos Aires, Argentina, dónde pretende encontrar su independencia y lograr ser quién realmente es; el joven, además de lidiar con su lucha interna por descubrir su verdadero “yo”, tiene que lidiar con los peligros que trae consigo la vida que eligió, ser La Marilin, travesti que ejerce la prostitución. La fuerte puesta en escena cautivo antes y después a la audiencia, ya que posterior a la obra, el director junto a su protagonista se tomó un momento para sostener una charla con los presentes sobre las impresiones generadas por la obra, además compartió algunos datos sobre la verdadera Marilin y la situación para la comunidad LGBTTTI en su país.

Las obras terminaron, las cuentas se pagaron y por esa noche los reflectores del XV Encuentro Teatral “Juan Álvarez” se apagaron.

 

Fotografías: Sonia Montoya